miércoles, 18 de febrero de 2015

Recordando a mamá: miniálbum

Hoy es un día muy especial: hace 9 años que murió mi madre. Y quiero dedicarle este post con un miniálbum que hice un par de años atrás.


Siempre me han entusiasmado las fotografías antiguas; tienen ese algo que nos cautiva, que nos transporta a ese momento en que cada foto era un acontecimiento, un tesoro, no se podía borrar, ni editar, ni cambiar. No había engaño: lo que ves es lo que hay. 

Mi padre siempre ha sido un gran aficionado a la fotografía y, cámara en mano, nunca escatimó un momento para hacer esa foto especial. Gracias a él ahora tengo cientos de fotos de los años 40, 50, 60 y en adelante en los que plasmó instantes de su vida con mi madre en primer lugar y con mi hermano y conmigo más tarde.

Hace un par de años seleccioné algunas fotos de mi madre en su juventud y monté este miniálbum.




A mi madre siempre le gustó mucho la playa y, en cuanto el tiempo lo permitía, se escapaba los domingos, primero con sus padres y más tarde con su marido, a la playa a pasar el día. Entonces todavía se podía ir a la playa un domingo y disfrutarla prácticamente para ti solo.


Siempre estuvo muy unida a sus padres, mis abuelos, los quería y los admiraba sin condiciones, sobre todo a su padre: era una persona especial que no dejaba a nadie indiferente, un artista con una mente privilegiada.


Mi madre quiso ser médico como su padre, pero la sociedad de la época no veía demasiado bien que una mujer fuera a la universidad y mucho menos si tenía que irse de su ciudad para estudiar. Así que se quedó en casa a esperar a que llegara el día en que pudiera casarse y poder hacer lo que no podía hacer sola: viajar y, más adelante, estudiar Asistencia Social.


La llegada de sus hijos, mi hermano y yo, supuso el culmen de su vida: se dedicó por completo a nosotros hasta el día en que murió, hace hoy nueve años, después de una larga lucha contra un cáncer que pudo más que ella.


La echo de menos todos los días y siempre me pregunto cómo serían las cosas si ella siguiera aquí, si hubiera podido disfrutar de sus nietos como ella quería. Pero no pudo ser.

Acabo con una pequeña frase de José Mª Pemán sobre las madres, que es la que incluí en la última página de este miniálbum:

"A una madre se la quiere 
siempre con igual cariño
y siempre se es un niño
cuando una madre se muere."

Este fin de semana volveré con más cosas. Espero que os haya gustado este pequeño homenaje a mi madre. ¡Gracias por leerme!




4 comentarios:

  1. Blanca, qué bonito el post, las fotos, el texto,... Desprende ternura por todos lados. Y qué hermosa tu madre! Las fotos antiguas es verdad que tienen un no sé qué que engancha.
    Un abrazo.

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  2. Muy bonito, Blanca. El sentimiento, y como lo expresas con tus palabras y tus imagenes.

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